Nadie duda, hoy en día, de las propiedades de cereales como la avena o la quinoa. Su valor nutricional y su aporte calórico es muy interesante en nuestra dieta. No obstante, hay otra semilla que continúa pasando desapercibida pese a que su consumo se remonta a siglos atrás. Hablamos del amaranto, un falso cereal que debes conocer sí o sí. Porque trae consigo tal cantidad de beneficios que no dudarás en introducirlo en tu dieta en cuanto termines de leer este post. ¡No te pierdas nada!
El amaranto, conocido también como Amaranthus Caudatus, es una especie parecida al cereal que pertenece a la familia Amranthacea. Es su semilla la que tiene características muy similares a los cereales, aunque realmente no lo es. Crece desde hace siglos en zonas como Ecuador y Argentina. Es más, su consumo es tan antiguo que se han hallado restos en tumbas pertenecientes al año 4.000 a.C. Fueron los aztecas, mayas e incas los que lo cultivaron con tesón, e incluso los utilizaban en sus ceremonias sagradas. Mezclando amaranto con miel, formaban sus reconocidas figuras de dioses. Por desgracia, esto hizo que los colonos lo prohibieran, creyendo que tenía algún tipo de magia escondida. ¡Y se perdieron todos sus beneficios!
Este falso cereal es, ahora mismo, uno de los más valorados por una gran cantidad de organizaciones alimentarias. Tanto es así que incluso entidades como la NASA lo introducen en las dietas de sus astronautas, por la cantidad de proteínas que tiene este cereal.
El amaranto se podría considerar prácticamente un superalimento. Sus propiedades nutricionales son de una calidad excepcional, puesto que por cada 100 gramos de amaranto podemos hablar del siguiente aporte:
Es decir, que es una fuente excepcional tanto de proteínas como aminoácidos. E incluso contiene más proteínas que el arroz, ¡y más minerales! Es un alimento que, de forma natural, nos aporta una gran cantidad de vitaminas que son indispensables para nuestro organismo. Y hay más: ¡no tiene gluten! Así que incluso las personas que padezcan celiaquía podrán consumirlo sin problemas.
¿Y qué beneficios tiene su consumo?, te estarás preguntando. ¡Muchos! Uno de los más interesantes es que su alto contenido en fibra hace que tu tránsito intestinal mejore notablemente. Es capaz de prevenir el estreñimiento, con lo cual es una gran ayuda para personas que lo padezcan. Además, tiene una coenzima llamada HMG-CoA que ayuda a controlar tanto el colesterol como los triglicéridos.
Al ser tan rico en vitaminas, proteínas y minerales, es un alimento muy recomendable para todas aquellas personas que sufren cualquier tipo de anemia. E incluso aquellas que se encuentran por debajo de su peso recomendado pueden encontrar en el amaranto una ayuda. A esto hay que sumarle que contiene amarantina, una proteína que ayuda a prevenir algunas enfermedades cardíacas.
Es más, hay quien habla de las propiedades anticancerígenas del amaranto, sobre todo en casos de cáncer de colon, próstata y mama. Esto se debe a que contiene escualeno, que es antioxidante, y beta-sitosterol, al que se le asocian propiedades anticancerígenas. Además, tiene ácidos grasos omega 3, que también son antioxidantes.
No podemos olvidar que contiene magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio, además de hierro, con lo cual ayuda a que nuestro sistema nervioso central funcione mejor. Esto hace que sea un alimento muy recomendable para los niños, puesto que tanto las proteínas como el fósforo y el omega 3 ayudan a su desarrollo y su crecimiento.
Por último, debes saber que también hay quien lo usa de forma tópica para tratar diferentes enfermedades inflamatorias de la piel. Por ejemplo, se recomienda cuando se tiene piel atópica, psoriasis o incluso eczemas. Aunque en estos casos siempre es mejor consultar con un profesional antes de lanzarse a la aventura de probar ciertos remedios.
Como ya habrás podido comprobar con todo lo que hemos dicho hasta ahora, el amaranto tiene grandes beneficios. Pero eso no significa que no tenga también contraindicaciones. Al tener un alto contenido en fibra es recomendable consumirlo en dosis más o menos controladas para no sufrir los problemas asociados de la fibra. Es decir, para evitar gases y posible diarrea.
Si tienes problemas intestinales, lo mejor siempre será que lo comentes con un profesional para que decida si es buena idea o no que lo consumas. ¡Aunque la respuesta casi siempre será positiva!
Son muchas las personas que se preguntan qué es mejor, si la avena o el amaranto, puesto que ambos han sido considerados casi un superalimento. La avena es mucho más conocida, y es por eso por lo que su consumo es más habitual. No obstante, te sorprenderá saber que el amaranto puede llegar a superarla en cuanto a beneficios. La clave es que tiene una mayor cantidad de grasas, todas ellas consideradas saludables. Además, sus propiedades beneficiosas tanto para el corazón como para nuestro organismo en general son muy amplias. En general, debes saber que su valor alimenticio es mucho mayor que el de la avena.
¿Y qué pasa si mezclo avena y amaranto? ¡Nada! Puedes hacerlo si quieres, aunque son alimentos que deben prepararse de una forma ligeramente diferente. Así que es lo único que debes tener en cuenta a la hora de cocinar.
Y pasemos a la última pregunta: ¿puede el amaranto sustituir a la avena? Sí, sin duda, los copos del amaranto se pueden consumir como si de avena se tratara. Siempre puedes prepararlos con un poco de yogur, o cocerlos. ¡Te enseñamos todo en el siguiente apartado!
El amaranto es muy, muy fácil de cocinar. Lo normal es consumirlo en desayunos o meriendas, como si de avena se tratara. Puedes encontrarlo en copos o en granos hinchados, con lo cual solo tienes que añadir un poco de leche o yogur para disfrutarlo como si de un cereal se tratara. Asimismo, puedes optar también por incorporar fruta y hacer la receta mucho más completa. Como no tiene gluten, es una alternativa ideal para aquellas personas que no pueden tomar cereales.
También puedes encontrar el amaranto en grano, perfecto para platos más contundentes como guisos o sopas. Es un buen sustituto tanto para el arroz como para las legumbres. E incluso se pude transformar en harina y hacer una especie de pan, galletas… ¡Todo lo que se te ocurra! Al final, el límite en este sentido es tu imaginación.
La clave es que siempre apuestes por amaranto de buena calidad, y cuyo origen puedas conocer. De esta manera, estarás asegurándote de que sus propiedades nutricionales son completas. ¡Y a disfrutar de este superalimento!
