Canela | Origen, Tipos y Beneficios

¡Todos tenemos un tarro de canela en casa! Esta especia es conocida por su inconfundible sabor, así como por el aroma que es capaz de ofrecer a cualquier dulce o plato al que acompañe. Pero ¿sabías de dónde proviene? ¿O todos los beneficios que puede tener para tu salud? Si no es así, ¡no tienes más que seguir leyendo y echarle un vistazo a este post! Porque te lo vamos a contar absolutamente todo sobre esta famosa especia.

Descripción y origen de la canela

La canela es una especia que se obtiene de la corteza interior del árbol canelo, conocido también como Cinnamomum verum. E incluso podrás encontrar este árbol bajo la acepción de Cinnamomum zeylanicum. Estos son originarios de Sri Lanka, pueden alcanzar una increíble altura de 15 metros, y tienen hojas perennes. Pertenecen a la familia de las laureáceas, y tienen un aspecto fácilmente identificable.

Esta especia se extrae de debajo de la corteza interna de las ramas de estos árboles. Para llegar hasta ella, lo que hay que hacer es pelar y frotar las ramas pequeñas. Una vez hecho esto, bastará con esperar alrededor de cuatro o cinco días, dejándolas secar en un espacio con sombra. Poco a poco, estas irán cambiando tanto de forma como de color. Dependiendo del uso que se quiera conseguir de esta canela, se puede enrollar en forma de bastones o moler en polvo.

Lo que más caracteriza a la canela es su aroma, así como su fuerte sabor. Es una de estas especias que o bien adoras o bien detestas, ¡no hay término medio! Aunque la gran mayoría de la población admira su intensidad, y la disfruta en una gran cantidad de recetas diferentes. Y eso sin saber, en la mayoría de las ocasiones, la cantidad de beneficios que su consumo trae consigo.

Un acercamiento histórico a la canela

Estamos tan acostumbrados a encontrar esta especia en nuestras cocinas modernas que casi nos parece impensable que tenga más de 4.000 años de antigüedad, ¡pero así es! En China ya se usaba en el año 2.500 antes de Cristo, aunque fueron los árabes los que más popularizaron su uso. Era un conservante ideal para la carne, puesto que no solo inhibía su descomposición, sino que también la aromatizaba y le daba un sabor único.

Si bien es cierto que es originaria de Asia, especialmente de Sri Lanka, ahora mismo se puede encontrar en Indonesia, Vietnam, las islas Seychelles, Madagascar e incluso Brasil, entre otras zonas. El árbol Ceilán, como se conoce también, se adapta con facilidad a cualquier región tropical. Y, como dato extra, debes saber que la canela se cosecha durante temporada de lluvias.

Tipos de canela

Pese a que siempre hablamos de canela en singular, existen más de cien variedades totalmente diferentes. Mas es cierto que las diferencias, al menos en cuanto a sabor, son mínimas.

Sí es cierto que podemos distinguir tipos de canela dependiendo del árbol del que procedan. Por ejemplo, tenemos la canela de casia, que procede del árbol Cinnamomum Cassia, se conoce también como canela china. Es la más fácil de encontrar en el mercado, se presenta molida o en rama, y se considera que presenta una calidad inferior a la canela de la que hablaremos a continuación. Esto se debe a que su aroma es más intenso.

También podemos hablar de la cayena que procede del Cinnamomum Zaylanicum, que se conoce también como canela de Cayena. Junto a esta, también se puede distinguir de la canela de Padang, que procede del Cinnamomum burmanini, entre otras tantas.

Normalmente, como usuarios, solemos distinguir en el mercado entre la canela en rama y la canela en polvo, diferenciándolas por su presentación. Y es que es esta la que marca realmente el uso que posteriormente haremos de la especia, más allá de la variante de la que hablemos. Porque, como hemos señalado, las diferencias de sabor son mínimas.

Beneficios para la salud de la canela

Lo que realmente hace especial a esta especia es la cantidad de beneficios que su consumo trae consigo. Vamos a enumerarlos a continuación, para que no te pierdas ni uno de ellos.

Es una fuente muy importante de hierro, fibra, calcio, selenio y vitamina tanto C como B1.
Tiene un alto poder tanto antimicrobiano como antioxidante, con lo cual impide el desarrollo de gérmenes. Y es por eso por lo que se usaba como conservante de la carne.
Su aporte calórico es casi insignificante, haciéndola una especia ideal para dietas hipocalóricas. Porque aporta mucho sabor sin aumentar la ingesta de calorías.
Además, hace que los tejidos de nuestro organismo reaccionen mejor a la acción de la insulina. Con esto, lo que se consigue es regular el azúcar en sangre, algo que podría resultar beneficioso para aquellas personas que tuvieran diabetes.
Ayudará a tu cuerpo a realizar la digestión, gracias a combinar su efecto antibacteriano con el antiinflamatorio.
Cuando se prepara en modo de infusión, es una gran ayuda para despejar la nariz y los pulmones de posibles resfriados o problemas respiratorios en general.
Junto a esto, hemos de señalar que dispone de cumarina, un compuesto que dispone de propiedades anticoagulantes.
Por si todo esto no fuera suficiente, también ayuda a estimular nuestras funciones cerebrales. Se recomienda su consumo en personas que están estudiando, y también en aquellas que tienen una edad avanzada.

Usos culinarios y gastronómicos

¿Quieres empezar a introducir la canela en tu alimentación y no sabes cómo? El método más sencillo es incorporarla en cualquier postre: un pastel, un helado, natillas… ¡Hará que su sabor sea totalmente inmejorable! También es perfecta en infusiones, o incluso acompañando una buena taza de café o de chocolate caliente.

Si buscas una receta saludable con canela, ¡puedes preparar fruta cocida! Por ejemplo, puedes probar con manzanas o peras, y verás cómo la canela mejora su sabor de una forma increíble.

La cocina asiática, así como la de Oriente Medio, la introduce en muchos platos de carne. Así que también puede ser una opción, sobre todo si eres de los que arriesga a nivel de paladar.

Consideraciones y precauciones al consumir canela

Como ya habrás visto, los beneficios de la canela son muchos y muy amplios. No obstante, como sucede con todo, es importante consumirla siempre con moderación. Si se toma en grandes cantidades, puede acabar por provocar irritación gastrointestinal o malestar estomacal. La clave, como sucede con todos los alimentos, es consumirla en su justa medida. Y es que es una auténtica delicia, con una larga tradición y una gran cantidad de beneficios para nuestra salud.